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Located on the East Coast, met gently by the Atlantic, boasting sunny summers and mild winters, Port City is an old tourist town that boomed into a vacation destination in the 1960's due to the success of our incredible cornerstone, Roman Labs. Since the Space Race has slowed, and the Lab has shifted its focus to consumer electronics rather than rocket technology, Port City has carried on, basking in the success of its other unique merits.
Drawing in jobs and notoriety, the success of our own famous NASA affiliate during the Space Race lead to our charming and populous attractions, such as: the oceanographic institue and its aquarium, a thriving night life with trendsetting clubs and other venues, fantastic food and drink, boutiques, four and five star hotels, theatres and live music even on the beachfront promenade, and the stunning Neptune's Pier with its rides, arcades, and boardwalk full of family-friendly sights, sounds, and events. For the quieter sort, there are many smaller boardwalks that overlook the salt marshes and every hotel and motel in the area is equipped with pools and air conditioning for a night in without sacrificing the Port City experience. Whale watching, fishing, swimming at our pure sandy shores, taking the ferry out to the island, there is no shortage of entertainment for you and your family.
We are also special as a getaway due to our location! Although we don't currently benefit from a direct rail system, Port City can be accessed through an exit off one of our main interstate roadways, comfortably far from the bustle of the northern cities, and sits in a wonderful pocket of year-round warmth uncommon in the region. In addition to the beaches of our splendid coast, we have estuaries framed by lush greenery, and even mangroves, where local wildlife thrives. The marshy areas flood in the early spring, and outside of the occasional summer thunderstorm and even less frequent hurricane, all of which bolster the natural flora and fauna, Port City is a permanent retreat for those looking for peace and quiet and quaintness on their vacations.
For the locals, the economy of Port City is highly dependent on those crowds passing in and out, but chugs along regardless. The city and its boroughs are largely poorer, with pockets of suburban developments that house the very rich. The elite sect are those who own vacation homes, or who live there year-round and can afford to leave during the slightly harsher seasons, and/or maintain their home despite the effects of the weather. Some of these families work or previously worked at Roman Labs, own the bars and clubs or various businesses on the boardwalk, and a huge percentage have retired, while others may commute to larger cities for work. There are many ethnic and socioeconomic enclaves/neighborhoods reinforced historically by immigrants, including that of the charming Mulberry Town, those of the long-standing Latinx community, and those of the Bloc (a colloquial nickname for the area inhabited by families with diverse ties to the extant Soviet Union and its satellites.) Many of the oldest families from each of these neighbourhoods are widespread and regardless of the class, culture, or language barriers, tend to cross paths via the public education system and/or religious congregations. Port City is a complicated place to grow up, but can be a bastion for childhood imagination and freedom for those who can find it.The Port City of the 1980s is ready to be recast in the midnight sun of the boardwalk's neon lights,
gearing up to be transformed, once again, into something new.
Situada en la Costa Este, junto al delicado Atlántico, con veranos soleados e inviernos suaves, Ciudad Puerto/"Port City" es una antigua ciudad turística que se convirtió en un destino de vacaciones en la década de 1960 debido al éxito de nuestra increíble piedra angular, Roman Labs. Desde que la carrera espacial se ha ralentizado, y el laboratorio ha cambiado su enfoque a la electrónica de consumo en lugar de la tecnología de cohetes, Port City se ha mantenido, disfrutando del éxito de sus otros méritos únicos.
Aprovechando el empleo y la notoriedad, el éxito de nuestro famoso afiliado de la NASA durante la carrera espacial nos lleva a nuestras encantadoras y abarrotadas atracciones, tales como: el instituto oceanográfico y su acuario, una vida nocturna próspera con clubes que marcan tendencia y otros lugares, fantástica comida y bebida, boutiques, hoteles de cuatro y cinco estrellas, teatros y música en vivo incluso en el paseo marítimo, y el impresionante Muelle de Neptuno con sus atracciones, salas de recreativos y una rambla llena de vistas, sonidos y eventos para toda la familia. Para los más tranquilos, hay muchas pasarelas más pequeñas que dan a las marismas, y todos los hoteles y moteles de la zona están equipados con piscinas y aire acondicionado para pasar la noche, sin sacrificar la experiencia de Port City. Avistamiento de ballenas, pesca, nadar en nuestras playas de pura arena blanca, o tomar el ferry a la isla por una dia, no hay escasez de entretenimiento para usted y su familia.
¡También somos especiales como escapatoria debido a nuestra ubicación! Aunque no nos beneficiamos de un sistema ferroviario directo actualmente, Port City es accesible por la salida de una de nuestras cuatro carreteras interestatales, cómodamente lejos del bullicio de las ciudades del norte, y se encuentra en una maravillosa bolsa de calidez anual (poco común en la región.) Además de las playas de nuestra espléndida costa, tenemos estuarios enmarcados por una vegetación riquísima e incluso manglares, donde la fauna local prospera. Las áreas pantanosas se inundan a principios de la primavera, y a parte de las ocasionales tormentas de verano e incluso los menos frecuentes huracanes, todo lo cual promueve la flora y la fauna naturales, Port City es un refugio permanente para aquellos que buscan paz y tranquilidad y singularidad en sus vacaciones.
Para los lugareños, la economía de Port City depende en gran medida de las multitudes que entran y salen, pero a pesar de todo sigue avanzando. La ciudad y sus distritos son en gran medida más pobres, con concentraciones de desarrollos suburbanos que albergan a los más ricos. La secta de élite son aquellos que poseen casas de vacaciones, o que viven allí durante todo el año y pueden darse el lujo de irse durante las temporadas más duras, o mantener su hogar a pesar de los efectos del clima. Algunas de estas familias trabajan o han trabajado anteriormente en Roman Labs, poseen bares y clubes o varios negocios en el paseo marítimo, y un gran porcentaje se ha jubilado mientras que otros pueden viajar a ciudades más grandes para trabajar. Hay muchos enclaves o vecindarios étnicos y socioeconómicos reforzados históricamente por inmigrantes, incluidos el de la encantadora Villa Mulberry, los de la comunidad de toda la vida de Latinx, y del Bloc (un apodo coloquial para el área habitada por familias con diversos vínculos con la Unión Soviética y sus países satélites.) Muchas de las familias más antiguas en estos barrios están muy extendidas y independientemente de las barreras de clase, cultura o idioma, tienden a encontrarse una con la otra en el sistema de educación pública y/o las congregaciones religiosas. Port City es un lugar complicado para crecer, pero puede ser un bastión para la imaginación y la libertad de la infancia para quienes puedan encontrarlo.La Port City de los 80s está lista para resurgir bajo un sol de medianoche de las luces neón de la rambla, preparándose para transformarse, una vez más, en algo nuevo.